Pero en realidad el parecer de García Pérez no fue un concepto aislado ni único, sino la expresión o conceptualización que la mayoría de gobernantes tenían sobre nuestras comunidades: ancestrales un estorbo para el desarrollo del país; sino ahí están las odenanzas de Bolívar que no tuvieron otra intención sino hacerlas desaparecer, o las leyes que a través de los años se expidieron y que resultaron atentatorios a la existencia misma de estas organizaciones (por ej. Código Civil de 1852), a pesar de las Constituciones del año 20, 33 y 79 (sobre todo esta última) que establecieron principios muy favorables a ellas.
Pero fue la Constitución de 1993 la que da la estocada final a las CC.CC. al establecer solamente la imprescriptibilidad de las tierras comunales. Suprimió los principios de inalienabilidad e inembargabilidad de estas tierras que habían consagrado las constituciones anteriores. De esta manera se da inicio a la privatización de las tierras en nuestros país, inclusive las comunales.Muestra de ello son las concesiones otorgadas por el Estado de grandes áeras de propiedad comunal, sin que intervengan las comunidades en alguna u otra forma.
Pues bien, la existencia de serias controversias dentro del seno de las comunidades mismas que duran años y años, que impiden su desarrollo integral (solucionar delimitaciones territoriales, saneamiento registral, productividad comunal) son unos de los graves problemas que han convertido a estas organizaciones en entidades inertes, vacías y sin porvenir, y que puede servir de pretexto para que el Estado (siempre presto a sacar provecho) expida normas que terminen por hacerlas desaparecer. Buen pretexto es determinar que extensiones de tierras comunales se encuentran "abandonadas" y que en nada contribuyen al desarrollo del país y/o insistir en que TODAS las tierras eruazas pertenecen al Estado.
Efectivamente, la existencia de tierras aún no delimitadas, pero que son de propiedad comunal y que están improductivas La existencia de áreas en poder de terceros sin que se haya tomado iniciativa alguna para sanearlas; el estado de desorganización y acefalía que impera dentro de la dirigencia comunal: el sectarismo político siempre omni presente para sacar provecho en alguna u otra forma, son unos de los tantos males que contribuyen al precario estado en que se encuentran nuestras organizaciones comunales; y de la que no se escapa nuestra comunidad sechurana.
¿De que sirvió el sacrificio de Vicente Chunga Aldana y sus seguidores. Lizardo Agurto, Carmen Purizaca, Romualdo Antón, Genaro Bancayán, Pablo Temoche?. ¿De que valió el esfuerzo de Florencio Calderón, Teófilo Zapata, los hermanos Manuel y Oswaldo Dediós, Jorge Alberto Amaya, Ismael Dediós. José Rosario Fiestas, Juan Ramón Arrunátegui,Virgilio Temoche y tantos otros que pusieron todo su empeño para defender los derechos inalienables de nuestra comunidad nativa? Hoy vemos con asombro como todo ese esfuerzo y sacrificio fue en vano, y aquellos que sucedieron a esas generaciones de buenos comuneros sechuras, la han convertido en un botín del que muchos quieren sacar provecho.
Sin embargo, aún flota en este cielo sechurano el espíritu de Vicente Chunga. Aún queda el ejemplo de su entrega, desinterés y sacrificio que estamos seguros nuestros jóvenes querrán imitar para así dignificar una institución que traiga beneficio a esta ubérrima tierra que se llama Sechura,