Aun en esta época todavía no hemos pasado nuestra prueba de fuego, a pesar que la lluvia fue ligera pero persistente, a tal punto que la noche y la madrugada del día se tornaba desesperante, recordando cuantos de nuestros paisanos no tienen techo y radican en un asentamiento humano, sin embargo se imaginan lo que causo la lluvia. En Sechura, los vecinos acuden al Mercado Central, que por cierto en estos últimos días, los comerciantes fueron reubicados a las calles contiguas, para la construcción de una plataforma por parte de la Municipalidad Provincial, enorme dificultad que se encuentra para adquirir los productos básicos, debido a las inundaciones en el centro de abastos y calles adyacentes, sumándose al desorden y caos vehicular.
Según el SENAMHI, advierte que las lluvias en nuestra región continuarán, desconociéndose la magnitud de los eventos pluviales, teniendo en cuenta que las condiciones están dadas, para que llueva sobre todo en la sierra donde serán de moderada a fuerte, mientras que en la costa serán ligeras y Sechura no puede ser la excepción, por nuestro territorio recorre el rio Piura pasando por la laguna Ñapique, hasta llegar al desierto, donde se localizan algunas poblaciones.
El Consejero Regional Tomás Fiestas Eche, advirtió que tenemos serios problemas, con un muro de contención en la margen derecha del Rio Piura, de tener lluvias fuertes varios caseríos se inundarían. A pesar de existir un expediente técnico tendría que actualizarse para luego buscar un financiamiento, ante el Gobierno regional o nacional, obviamente las cosas se verían color de hormiga.
Y es que las autoridades locales, ¿Vienen poniendo en práctica su plan de contingencia para mitigar los efectos de los fenómenos naturales?, al parecer no les preocupa y ojala las lluvias puedan disiparse, lo que ocurrió ayer es una advertencia. Ya conocemos los daños que pueden ocasionar las lluvias fuertes, miremos el pasado allá en el lejano 1983 o hace 14 años en 1998. Debemos estar preparados, o mejor dicho estamos preparados.