Sechura.- El desierto de Sechura, ese inmenso arenal de 10 mil kilómetros cuadrados que se consideraba uno de los más secos del mundo, está cambiando. Las dunas han dado paso a los algarrobales que en la actualidad cubren casi la mitad de su extensión, a consecuencia de los cambios climáticos pero sobre todo de las intensas lluvias de los dos últimos eventos de el Niño en Piura.
Estas lluvias han servido para cargar el manto acuífero, el que ha subido de nivel y está aflorando en su fosa de 37 metros bajo el nivel del mar, denominada por el Instituto Geográfico Nacional como “Depresión Bayóvar”, creándose una laguna que rebalsa la fosa y se extiende hasta por 200 Kilómetros cuadrados en los meses de febrero – marzo y se reduce a sesenta en el mes de noviembre.
Muchos mitos se han creado para explicar su origen , todos estos coinciden en que a partir del año 2002 la depresión fue llenándose de agua como una poza; la laguna recibe también del cauce del Rio Piura.
Se constituye un paisaje novedoso en el lugar el mismo que es desconocido por la población y los documentos oficiales. A ellas llegan aves de diferentes circuitos naturales, e inclusive las que vuelan desde Alaska a la Patagonia por el invierno austral, zorros, venados, saurios, peces que son aprovechados por pescadores del lugar. Se cuenta también con un área de ochocientos kilómetros cuadrados de algarrobales que deben ser mejorados sostenidamente. En esta laguna se pueden observar gran cantidad de aves que poseen los colores de nuestra bandera, el flamenco.
Frente a esta realidad es impostergable realizar acciones para su protección y conocimiento de la comunidad por lo que se vienen desarrollando una serie de eventos con la finalidad de aportar información y alternativas para la protección de tan majestuoso lugar entre la Universidad Alas Peruanas, Municipalidad Provincial de Sechura y Comunidad Campesina San Martín.
Los objetivos son dar a conocer las características del nuevo medio natural y alcances de las investigaciones científicas realizadas. Además de la recepción de propuestas para su conservación y manejo sostenible, así como difundir la importancia de la conservación del medio para la vida. También se considera motivar en la niñez y la juventud, la curiosidad científica al servicio del desarrollo.
Es hora de conocer el santuario natural, sus características a través de los resultados que puedan haber de simposios, talleres, charlas entre otros. Es importante entonces destacar la fauna circundante de la laguna cuáles son sus posibilidades de preservación y aprovechamiento, mediante una gestión ambiental. Es destacable el rol de la Universidad Alas Peruanas frente a la contaminación y preservación del ambiente.
Mientras tanto la Comunidad Campesina ha suscrito importantes convenios de desarrollo con organizaciones no gubernamentales al tiempo que declaró la intangibilidad de importantes zonas naturales como la Laguna Ñapique, Médano Blanco, Yerba Blanca, el Estuario de Virrilá, Macizo de Illescas, Reventazón, Manglares de San Pedro y Chulliyache para preservar la flora, fauna y las bondades ecológicas y turísticas que poseen.